- Determinar si es dolor de hueso
El dolor de hueso (dolor óseo) es menos común que el dolor articular y el dolor muscular. La fuente de un dolor de hueso puede ser clara, como por ejemplo a raíz de una fractura después de un accidente. Otras causas, como el cáncer que se disemina (hace metástasis) al hueso pueden ser menos obvias.
El dolor óseo es habitualmente profundo, penetrante. En cambio, el dolor muscular es con frecuencia menos intenso que el dolor de hueso, pero puede ser también molesto. Otro de los dolores que tiende a confundirse es el dolor en los tendones y los ligamentos, aunque aquí el dolor es menos intenso.
- Acudir al médico en salud ósea
Si usted considera que su dolor puede tratarse de alguno de sus huesos, es importante que acuda a un especialista en salud ósea para que sea él quien determine los siguientes pasos a seguir para determinar la enfermedad y el grado de avance de esta enfermedad.
- Adherencia terapéutica
Acudir al médico no quitará el dolor, ni detendrá la enfermedad; esto se logrará con el seguimiento a las instrucciones del especialista. Es decir, realizar los estudios que el doctor requiera para su diagnóstico, tomar los medicamentos por los tiempos indicados y realizar rehabilitación en caso necesario, así como seguir una dieta propuesta por el médico tratante.
Es importante que acuda a un médico con instrucción en salud ósea (salud de los huesos) para que sea él quien determine los pasos a seguir.
Puede ser internista, endocrinólogo, reumatólogo, ginecólogo, ortopedista, hepatólogo, nefrólogo, geriatra y médico general pero que atienden la salud de los huesos. Todos ellos son especialistas relacionados directa o indirectamente con el aparato locomotor.
Información validada por el Dr. Juan Alfredo Tamayo y Orozco, médico nefrólogo especialista en metabolismo mineral, miembro de la Academia Mexicana de Medicina y Director de Accessalud S.A. de C.V. Si desea contactarlo, lo invitamos a enviar un correo a dr.tamayo@accessalud.com