Es una de las vitaminas esenciales desde el nacimiento, sin embargo es muy poco conocida, sí, nos referimos a la vitamina K que tiene funciones vitales para mantener una buena salud. Su función se centra en la coagulación sanguínea, lo que fortalece los huesos, entre otras bondades.
Existen dos formas naturales de vitamina K: la K1 y K2. La vitamina K1 es la forma más predominante en que la consumimos en la dieta, ya que se encuentra en los vegetales de hoja verde como el berro, perejil, cilantro, espinaca, lechuga, brócoli, aguacate y coles de Bruselas, así como en algunas frutas como el kiwi y las uvas verdes. Mientras que la vitamina K2 se encuentra en alimentos que contienen grasa como pescados, huevos, hígados, riñones, leche, mantequilla y quesos fermentados.
Esta vitamina es la que nos ayuda a evitar los moretones en nuestro cuerpo y cumple una función esencial en la remineralización de los huesos.
La vitamina K es esencial para la salud, sin embargo, no se ha demostrado que sea necesario tomar suplementos de vitamina K para mejorar la fuerza de los huesos, o que incluso ingerir mayor cantidad de vitamina K tenga un efecto protector para la salud ósea.
Antes de decidir tomar un suplemento vitamínico, consulta a tu médico pues hay vitaminas como la vitamina K que pueden interferir con fármacos específicos como los anticoagulantes. Recuerda, la automedicación nunca es recomendable, así que visita a un especialista y sigue sus instrucciones.
Supervisión de contenido por la Dra. Lucía Comellas Kirkerup, médico internista y reumatóloga.
Referencias bibliográficas:
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Díaz Curiel, M.. (2015). Acción de la vitamina K sobre la salud ósea. Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral, 7(1), 33-38.
