El término se escucha complejo, pero se refiere al desgaste relacionado con los discos y las vértebras cervicales, las que están ubicadas en el cuello. Este desgaste es muy frecuente con la edad, de acuerdo con información de la Clínica Mayo, más del 85% de las personas mayores de 65 años sufren de algún grado de espondilosis cervical.
Pero, ¿cómo es que se desarrolla la espondilosis cervical?
El envejecimiento y tipo de actividades son los principales factores de riesgo. A los 60 años, la mayoría de las personas muestran signos de espondilosis cervical, pero no siempre dan muchos síntomas, la mayoría de las veces solo se diagnosticarían si se realizan una radiografía.
Otros de los factores de riesgo que pueden hacer a una persona más propensa a padecer espondilosis cervical son:
- Tener sobrepeso y no hacer ejercicio
- Tener un trabajo que requiera levantar objetos pesados o agacharse o girar mucho
- Traumatismos cervicales sufridas en el pasado (ej. choques automovilísticos)
- Cirugía anterior de columna
- Hernia discal
- Artritis
Es importante saber que no todos quienes padecen de espondilosis cervical tienen síntomas, pero quienes sí, sufren de dolor y rigidez en el cuello de forma constante.
La espondilosis cervical provoca que el espacio entre la médula espinal y las raíces nerviosas que pasan por la columna vertebral se reduzcan significativamente. Cuando este espacio se comprime se suelen experimentar los siguientes síntomas:
- Hormigueo y debilidad en los brazos y manos.
- Falta de coordinación
Si tienes alguno de estos síntomas, te invitamos visites a un médico especialista en huesos. Haz clic aquí para entrar a nuestro Directorio médico.
Información validada por el Dr. Sergio Durán Barragán, médico reumatólogo en la Clínica de Investigación en Reumatología y Obesidad, S.C.
Referencias bibliográficas:
1998-2022 Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER).
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